Jordi Évole pincha ante el profesor Yanis Varoufakis: de follonero a aprendiz de periodismo.

Si la semana pasada Jordi Évole fue cansino, previsible y pareció subestimar a Evo Morales, presidente de Bolivia, mereciendo que éste le diera un revolcón dialéctico importante y le ubicara en la realidad histórica y política Latinoamericana que el periodista demostró desconocer por completo, hoy se ha llevado varios zascas del profesor Yanis Varoufakis, Ministro de Economía de Grecia. 

Évole comenzó muy mal y continuó peor. ¡No se puede ir a entrevistas de esta relevancia con tópicos y chismes en recortes de periódicos! Que si sabe que es una estrella, que si lleva la chupa de cuero, que si la moto... en fin... preguntas absurdas que no aportaban nada y a las que el profesor ofreció respuestas profundas, reconduciendo la banalidad de las cuestiones hacia un nivel más complejo de análisis, como corresponde a un académico, acostumbrado a reflexionar de manera seria y crítica sobre la realidad. Aguantó con paciencia las preguntas insistentes sobre chismes sobre "su mala relación" con sus colegas  de la UE y el descaso que supuestamente recibe cuando suele intervenir. Varoufakis lo desmintió, evitó cualquier tipo de descalificación a sus colegas del eurogrupo y fue subiendo  poco apoco el nivel de una mala entrevista. 

Ante la personalidad arrolladora del profesor Varoufakis y la contundencia y erudición de cada respuesta Jordi Évole apareció ante los espectadores como un aprendiz de periodismo. Eso me hizo pensar que algo está pasando, ya que "Salvados" ha sido durante mucho tiempo la respuesta a la voz de la ciudadanía que clamaba en el desierto por un periodismo de calidad.  

A pesar de la pésima entrevista Yanis Varoufakis ofreció una clase magistral de economía política. Fue elegante, cercano y diplomático; sorteó sin problema alguno las preguntas capciosas y transformó cada  mala pregunta en una oportunidad para explicar la situación de la realidad económica griega y también de la eurozona.  Nos sorprendió con un dato muy importante que no sabíamos porque De Guindos no los lo había contado así: Grecia sólo recibió el 9% de los 26.000 millones de € que España le prestó. Lo demás se quedó por el camino en las cajas de bancos extranjeros. Aclaró conceptos económicos para que no nos tomen por tontos y -probablemente sin quererlo- nos provocó muchísima envidia por agravio comparativo, ya que nuestro ministro de economía es ininteligible en todos los idiomas y está desprovisto de empatía.

Aunque el profesor Varoufakis le daba un zasca detrás de otro a Jordi Évole, lo hizo con elegancia y con gracia. Además, le recomendó con mucho sentido del humor que si lee la prensa lo haga como entretenimiento, pero que no se crea lo que lea, consejo que suele darle también a sus alumnos.

Jordi Évole debe plantearse si quiere volver a ser "el follonero" y hacernos reír o si quiere seguir haciendo periodismo serio y cualificado. Si opta por lo segundo tendrá que prepararse mucho mejor las entrevistas de ahora en adelante.

No se pierdan la clase magistral del profesor Yanis Varoufakis, porque ha sido ¡IMPRESIONANTE!