España
llegó pronto a la conquista de un Nuevo Mundo y salió con más pena que gloria y
casi sin enterarse de América. De hecho, hay gente como el Excelentísimo Ministro
García Margallo, que todavía no se ha enterado de que América Latina se descolonizó
hace más de 200 años y sigue con una mentalidad ‘retrocasposa’ que a la mayoría
de presidentes latinoamericanos les debe causar bastante risa. América Latina es hoy un constructo cultural,
socioeconómico y geográfico extraordinariamente complejo donde cada país exige un
tratamiento como nación en pie de igualdad y no como ex colonias. España, en su
giro total hacia Europa perdió la oportunidad histórica de haber podido
construir una ''Commonwealth'' latinoamericana, -como supo hacer Inglaterra-, y ya es demasiado
tarde para explotar el discurso de las raíces comunes.
En las
famosas “Cumbres Iberoamericanas” se aprecia cada vez con mayor claridad que
España ya no puede jugar un papel determinante y menos todavía de intermediaria
entre Europa y América, porque los países latinoamericanos con sus presidentes/as
–llamados por aquí populistas-, se representan sobradamente a ellos mismos ante
quien sea necesario sin necesitar ni a España ni a la Corona, y cada vez queda
más en ridículo quien quiera jugar ese papel de mediador por cuenta propia.
Al
contrario, son ahora los países iberoamericanos los que están ofreciendo empleo
a los jóvenes españoles que huyen de la crisis de desempleo, o que hacen “movilidad
exterior hacia Latinoamérica”, donde hoy por hoy pueden encontrar un futuro
mejor que en España y hasta Merkel habla de Ecuador como país de oportuniodades para los españoles... ¿quién lo iba a decir unos años antes!...
Pero Margallo todavía no se ha enterado y en su reciente
visita a EE.UU se ofreció como mediador entre Latinoamérica y EE.UU. como si
fuera una especie de Van Rompuy de América Latina ante Washington.
¿Quién
le ha dicho a este señor que los presidentes latinoamericanos necesitan esa
mediación? ¿El canciller García Margallo cree que Peña Nieto, Correa, Morales o
Fernández de Kirchner le necesitan como mediador para conversar de tú a
tú con Obama o con Barroso o Van Rompuy?
Si
primero Kristina llamó ‘pelao’ a de Guindos y sigue todavía riéndose de las
amenazas vertidas sobre Argentina por el Ministro Soria a propósito de la
nacionalización de YPF, hace unos días le tocó a Margallo.
Margallo se ofeció a mediar entre Maduro y Capriles, o sea,
a meterse en la olla de grillos que divide a Venezuela en dos... o sea, inmolarse por la paz y la concordia de la República Bolivariana de Venezuela... mientras aquí en España es un plasma quien media entre Rajoy, los periodistas y los ciudadanos...
Nicolás Maduro,
presidente de Venezuela, le llamó “impertinente” por ofrecerse a mediar en un
conflicto interno en el que nadie le había solicitado, y le propinó unas verdades como puños, que le dejaron en ridículo ante el mundo, ya que Maduro le
recordó a Margallo que bastantes problemas tiene España con el desempleo, los
desahucios y la fragilidad del sistema de pensiones y de sanidad, con la gente en la calle, como para “meter las
narices” en Venezuela.
Cabe señalar que el "rapapolvo" de Maduro fue bastante más light y educado que el que le hubiera caído a Margallo si Chávez no estuviera en el más allá...
Y yo a
todo esto añado…, si tanto le gusta mediar a este gobierno, ¿No sería conveniente que Margallo o alguien del PP pudiera
mediar entre los bancos y los estafados por las preferentes para devolverles el
dinero lo antes posible, en luagr de estar ofreciendo mediaciones internacionales que nadie les ha
pedido?
¿Alguien
del PP puede mediar para que los bancos españoles, rescatados o no, estén
obligados a prestar sin usura a las familias y Pymes el dinero que cogen
calentito al 0,5% y que luego endosan al 8 o al 10% a los afligidos usuarios de
la banca?
¡Vaya ridículo
Sr. Margallo, y vaya hipocresía de la
tropa pepera, por Dios!
El Partido Popular todavía cree estar en aquello de "El Imperio donde nunca se pone el Sol" así como todavía está inmerso en el más joven "Del Imperio hacía Dios". Vergüenza ajena produce ver a nuestra diplomacia haciendo el ridículo más absoluto, si ya fue penosa la diplomacia del Gobierno Aznar arastrándose ante Méjico para que diera su apoyo a la Guerra de Iraq, más penosa es la imagen de una España en ruina económica, social y política queriéndose proponer como representante de la nada más absoluta, porque esta España cada día que pasa tiene menos credibilidad ante Latinoamérica.
ResponderEliminarNi siquiera saben lo que es la diplomacia en el mundo. Primero que arreglen lo que aquí está pasando que es muy grave y luego que se dediquen a no inmiscuirse en los asuntos propios de latinoamérica.
ResponderEliminarQué bochorno nos hacen pasar estos memos e ineptos de 'plasmáticos'.
Juanvi y Javier: ante todo, muchísimas gracias por leer y comentar el blog.
ResponderEliminarLa verdad es que España pasa por un mal momento económico social, político y diplomático. Así que padecemos varias crisis a al vez, y eso no puede dar buenos resultados.
Lo peor es que la población sigue confiando en los partidos que nos llevan por este camino de miserias.
¿Aprenderemos?
Un abrazo.