Que
Mariano Rajoy haya tenido que leer su propia declaración de inocencia ante el oprobioso
escándalo de los ahora llamados “papeles apócrifos de Bárcenas”, es algo que jamás me
dejará de sorprender. Según tenía yo entendido, un Registrador de la Propiedad
es un ser humano con una capacidad memorística sobrenatural y una inteligencia
un poco por encima de la media. Así que para memorias las dos palabras estrella "ES FALSO", no hacía falta ni tener buena memoria. Pero Rajoy no da ese perfil, al menos en sus
intervenciones públicas. ¿Cómo aprobó este hombre las oposiciones más difíciles del Reino de España? Es todo un misterio...
Rajoy
no puede responder porque no entiende su letra, se harta de consonantes,
tartamudea leyendo y acaba hablando como un estibador de un muelle Habanero, que
no se molesta en prenunciar cada letra de cada palabra. Quizás lo hace para
acercarse al pueblo llano, a la gente del bonobús, pero con periodistas de
todos los medios internacionales tomando nota de sus declaraciones, Rajoy debería
asumir que no es un estibador, ni un rapero ni un poligonero, sino todo un presidente de
gobierno.
Para
resumir en dos palabras su intervención “ES FALSO”, no necesitaba convocar a
nadie ni mucho menos leer. Y por si acaso no nos quedaba claro que estaba leyendo, nos lo dijo. ¡Por Dios!
No sé
qué daño puede hacer a la “marca España” el caso Bárcenas, pero desde luego, un
presidente que no habla inglés y que habla fatal su propia lengua hasta
leyendo, tampoco es que nos deje por las nubes.
¿Alguien
puede darle clases de retórica a este Registrador, que por amor a lo público
dejó de ganar una barbaridad en su registro de Santa Pola y lleva años perdiendo
dinero por amor a los ciudadanos?
Por
cierto, de Bárcenas, ni una palabra. Esos escritos ahora llamados “apócrifos”,
acabarán siendo mensajes celestiales sin autor. Bárcenas acabará como Sor María…,
desaparecerá sin dejar rastro y sin que nadie haya podido festejar su muerte ni
tampoco confirmar su defunción; tampoco podrá ser verificado el robo de ninguno de los niños, ni la letra
de los apuntes contables, ni lo que iba dentro de los sobres.
Pues
nada, queridos amiguitos… Sor María descansa en el infierno, Rajoy aprenderá a leer, los papeles de la trama Gürtel son apócrifos y Bárcenas ya es un
fantasma que se pasea por Génova 13.
Mientras tanto todos ganan tiempo para ver cómo endiñan a "dietas y gastos de representación" lo que había dentro de los sobres y cómo lo insertan de manera retroactiva en las Declaraciones de Hacienda. NO es sencillo, pero tienen tiempo. Tienen bastante tiempo. La justicia es muyyyyyyyyyyyyyyyyyyy lenta y todo prescribe cuando afecta a los poderosos.
¡Vaya
tropa de impresentables!
Menuda tropa, efectivamente, como he dicho en algún sitio:Rajoy leyendo su exculpación y la de los suyos en un monitor plasma...
ResponderEliminar