sábado, 17 de septiembre de 2011

ESPERANZA AGUIRRE: EDUCACIÓN PÚBLICA, MAYORÍA ABSOLUTA Y DIATRIBAS VERBALES CONTRA LOS PROFESORES.




Señora Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid,

Le dedico nuevamente un post, a propósito del debate o más bien -el “combate”- que mantiene usted con los profesores de la enseñanza pública. Esta actitud poco conciliadora y beligerante refleja –en mi opinión-, el nefasto efecto que producen las mayorías absolutas en los gobernantes. También es el corolario de un “proceso de privatización progresiva” de los servicios públicos,  que esta vez ha tocado de lleno a la enseñanza.
Este proceso de “privatización progresiva de los servicios públicos” sigue una lógica muy clara:
  1.  Se produce de forma progresiva el abandono de los servicios públicos, recortando al máximo los recursos que pueden hacer viable un servicio público de calidad.
  2. Se promueve la idea de que sólo desde una gestión privada se puede conseguir una gestión eficiente. 
  3. Se otorgan subvenciones a las instituciones privadas para que ofrezcan servicios de calidad. 
  4. Se promueve la idea de que los públicos son un lastre para las arcas del estado y se procede a hacer una “gestión privada” de “lo público”, para alcanzar la buena gestión de los mismos. 
  5. Decadencia y degradación efectiva de los servicios públicos.

Este proceso sigue un concepto muy conocido, de Robert k.Merton: la profecía que se autocumple

Como le referí en el primer post, sus palabras no pudieron haber sido más desafortunadas, cuando manifestó que los profesores trabajaban “muchas horas menos” que el resto de los madrileños;  es verdad que rectificó usted, también de forma pública, pero esa rectificación no fue el anticipo de un giro en su relación con el colectivo de profesores afectados por sus “recortes en educación”. Todo lo contrario, a partir de esa “rectificación” usted continúa en una posición de poder, anti-dialogante e irreflexiva con relación a las demandas de los profesores, usando como respaldo la mayoría absoluta que los madrileños muy recientemente le dispensaron.

Pero no todo es mayoría absoluta, señora presidenta. Hay criterios de justicia, de decencia y de ética más allá de los escaños. Usted no puede someter a los profesores de la enseñanza pública a un proceso permanente de descrédito y ninguneo, porque eso no es política, eso un agravio moral, de consecuencias que usted seguramente no ha calculado.

Si usted afirma que “no se han hecho recortes en educación”, y ha dejado de contratar a 3000 profesores en este curso académico, ¿Cómo debemos calificarlo? ¿Fueron contratados innecesariamente antes? ¿Sobran ahora? ¿Nunca hicieron falta?

Es cierto que estamos atravesando una crisis económica sin precedentes, y que hace falta hacer recortes, y ya lo estamos sufriendo los ciudadanos, pero comienza usted recortando lo esencial, y de malas maneras, pudiendo recortar otras partidas que suponen gastos millonarios. Le doy solo dos ejemplos: Publicidad y Televisión Autonómica.

Señora Aguirre, Telemadrid no es  una televisión pública ni presta servicio público alguno. Telemadrid es una agencia privada de su gobierno, desde la cual usted hace propaganda de su partido y de los ideales que usted defiende. Es una televisión partidista, donde la indecencia, la parcialidad en la información que se ofrece a los ciudadanos y la falta de ética profesional campas a sus anchas. Este “esperpento de masas”, que es Telemadrid, acumulaba en junio de 2011 una deuda de 229 millones de euros.

Otra partida muy interesante para “recortar” lo que usted necesita para cumplir el requisito de déficit, es la publicidad. Ya sabemos que “Madrid es la suma de todos”;  los gastos de publicidad que usted incluye en las partidas de “PROMOCIÓN ECONÓMICA, CULTURAL Y EDUCATIVA”, en cada una de las áreas de gobierno, suman, desde que comenzó la crisis 620 millones de euros, y para este año están destinados a ese fin 111 millones de euros. Las áreas más beneficiadas serán “cultura” y “deportes” (El País, 4/9/2011).

Solo recortando estas dos “partidas”, obtendría un ahorro importante, y en lo referido a Telemadrid, además, sería un alivio dejar de financiar a un medio que deshonra lo que entendemos por “servicio público”.

Por último, le digo algo más. Los profesores no están disgustados por tener que trabajar dos horas más, eso es falso y usted lo sabe. Los profesores están preocupados por los efectos que tendrá en la educación pública la falta de 3000 docentes, que eran y seguirán siendo necesarios para llevar la educación pública el nivel de excelencia que necesitamos. El trabajo del profesor es un “trabajo vocacional”, lo cual implica un plus que no aparece en ninguna nómina: amor y dedicación. Ningún profesor decidió estudiar magisterio ni pedagogía “para forrarse”, como declaró hace años en un ataque de sinceridad su colega Eduardo Zaplana; el sueldo del profesor no paga ese “plus” que todo profesor tiene que dar a sus estudiantes, la dedicación para atender a cada niño de forma especial, intentar que todos los estudiantes progresen desarrollando al máximo sus capacidades, el desvelo por aquellos estudiantes con necesidades especiales y a los cuales dedican horas “extras” que jamás verán recompensadas económicamente.

A este colectivo de profesionales de la enseñanza, ha decidido usted enfrentarse con todas sus armas y con la posición más inflexible. Su consejera de Educación, Lucía Figar, es la comandanta en jefa del despropósito verbal. Dimita de forma fulminante a esta “pirómana social”, porque cada declaración al respecto es un cóctel molotov para incendiar todavía más los ánimos. Lucía Figar no tiene “habilidades sociales” para tratar con una cuestión tan importante y delicada como la educación. Dimita a esta consejera; es el mejor consejo que puedo darle.

Cambie su actitud y cambie su lista de prioridades. No se aproveche del tópico casposo y desfasado hacia los funcionarios públicos –que trabajan poco y ganan mucho-,  para malmeter contra los profesores. La ciudadanía ya no se deja manipular.  Dialogue; tener mayoría absoluta no es óbice para dialogar y modificar su postura si es necesario.

Cambie su percepción de la educación pública y trabaje para lograr la excelencia en la educación; así no tendremos que ver cómo se autocumple la profecía de la decadencia de la escuela pública.

Siga leyendo mi blog, porque sus consejeros y asesores no se atreverán a decirle lo que yo le digo y –aunque no le he votado-, usted es también mi presidenta y es mi deber decirle que se ha equivocado y exhortarle para que rectifique.


P.D.: Me encantaría conocer tu opinión sobre este post. Si quieres y puedes déjame tu comentario. Saludos.

2 comentarios:

  1. Pues que quieres que te diga... que escribes que da gusto leerte y que tienes toda la razón del mundo. Muy bien dicho todo!! Un saludo.

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  2. Muchísimas gracias y disculpa que no haya respondido a tiempo tu comentario. Gracias por leeer y comentar el blog. Un saludo:-)

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