domingo, 31 de julio de 2011

La insoportable fidelidad de los votantes del PP

A imagen y semejanza de los hinchas de fútbol, el PP ha conseguido la fidelidad e incondicionalidad de sus seguidores. Esto le garantiza una tranquilidad muy deseable en política y también ahorrar energías necesarias para otros fines.

El PP no necesita usar las Redes Sociales para mantener activo a su electorado ni explicar detalle alguno sobre los escándalos de corrupción que afectan a sus siglas. Los propios "imputados y/o condenados por corrupción" pueden ejercer de portavoces del partido y hacer declaraciones dignas de un estudio antropológico; como muestra,  las razones enunciadas por Camps para dimitir y los elogios recibidos por la cúpula de su partido. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Regresando al paralelismo, los hinchas de fútbol -a pesar de su incondicionalidad-, suelen disgustarse cuando su equipo pierde o sus jugadores no lo dan todo en el campo; los llamados "ultras" pueden  incluso descargar su ira contra el mobiliario urbano. Los votantes del PP en ese sentido son más cívicos y jamás llegarían a esos extremos: lloran en silencio sus derrotas electorales y se mantienen 4 u 8 años esperando -con toda la ilusión del mundo-, una nueva ocasión para darle la victoria a su partido.

Sus derrotas son siempre justificadas como sucede en el fútbol: el árbitro beneficia al equipo contrario, no se pitó un "fuera de juego", en fin, nos "robaron" el partido.

Otro aspecto digno de estudio que caracteriza al electorado del PP es que no acepta ni admite ni reconoce ningún logro obtenido mientras su partido está en la oposición; es como si se suspendiera el tiempo y solo vivieran los tiempos en los que el PP gobierna, por ello no reniegan de sus ex políticos y pueden vivir en una especie de "utopia del pasado" donde todo fue perfecto. Los errores cometidos por sus líderes se justifican como "conspiraciones" policiales, judiciales o de cualquier otra índole.

En el PP no hay "Jarrones Chinos" y nada se destruye: todo se recicla.

¿Qué partido político no querría para sí un electorado tan fiel, tan acrítico y tan condescendiente con sus líderes?

¡¡Pregunten al PP cómo lograrlo!!

1 comentario:

  1. Muy de acuerdo. Pero su unidad no se debe a unas siglas, sino su féerea oposición al progreso, el apego al inmovilismo y un statu quo que les resulta muy beneficioso: un sistema de capitalismo férreo. En cuanto al civismo, para muestra un ejemplo "para quién las riquezas de la Iglesia, para los negritos de África?" la autora una educadora. Se te ocurre algo más hiriente?.En fin

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