domingo, 8 de mayo de 2016

La confluencia contra la ley electoral




Ante la fidelidad futbolera de los votantes del PP a su partido político, la única opción para un cambio es la coalición de la izquierda. Está claro que para los votantes del PP el hecho de que en cúpula de su amado partido se haya instalado la corrupción como forma de estar en la vida pública no les hace ni plantearse coger otra papeleta que no sea la de la gaviota. Sería más fácil pensar que un hincha del Barça cambiara el póster de Messi de su cuarto por uno de Cristiano Ronaldo que ver a un votante del PP metiendo otra papeleta por la raja de la urna.


Ante esta fidelidad a prueba de corrupción, que ignora los sapos y ranas en la charca infecta y que respira perfectamente entre las manzanas y melones podridos en la cesta del PP, no queda otra alternativa que sumar y multiplicar las fuerzas de la izquierda.


Resulta patético ver a tertulianos y políticos del PP y del PSOE llorando a moco tendido la supuesta desaparición de las siglas de IU en la futura coalición, lamentando la pérdida de identidad de un partido tan importante para España (que no les preocupaba con 2 escaños, pero que le puede hacer mucha pupa con unos cuantos más). Si tanto querían a IU, y tan importante es esta fuerza en el panorama político español ¿Por qué no le votaban ellos? ¿Por qué no se han molestado PP y PSOE, con sus mayorías absolutas durante décadas, en cambiar la ley electoral para que con un millón de votos no obtengas solo 2 escaños? ¿Qué exactamente es lo que andan llorando ahora por los rincones mediáticos?


La jauría contra PODEMOS se ha desatado desde que se constató la posibilidad de una alianza entre las fuerzas de izquierda y el fin del idilio socialistas-ciudadanos. Hasta la policía ha entrado en campaña al más alto nivel investigando al límite de la legalidad a PODEMOS, filtrando documentos falsos y con su jefe haciendo campaña en las televisiones más vomitivas diciendo que PODEMOS es ETA y un peligro para la democracia, sin que se le mueva un pelo y se le caiga la cara de vergüenza. ¿Tan desesperados están?


Primero decían que la gente no iría a votar, con lo cual el PP haría su paseo triunfal por el arco del Triunfo de la Moncloa; después que ante el hundimiento de PODEMOS y el ascenso vertiginoso de Ciudadanos, a quienes les sobrarían votos para conseguir escaños en Portugal, Francia e Italia, una alianza PP-C’s obtendría mayoría absolutísima. Y yo me pregunto ante tanta alegría y ante tanta maravilla patrocinada por la cocina de la Mentiroscopia, ¿Por qué están tan escozíos si les va tan bien?


Detrás de toda esa mentira demoscópica y de esas lágrimas de ccodrilo está lo cierto: saben que están a las puertas de un cambio real que comenzó el 15M.


Dicen que la gente no quiere votar y que repetir elecciones es una tragedia. Espero que no lo digan por mí. Yo iré con más ilusión que nunca sabiendo que en la misma papeleta estaré votando a Pablo Iglesias, a Alberto Garzón, a Joan Baldoví, a Xavi Domènech, a Alexandra Fernández, y a tantos otros y otras. Nunca una papeleta me ha representado tanto como la que el 26J cogeré y doblaré con mucho orgullo para introducirla suavemente por la raja de la urna de mi colegio electoral.



Seguimos sonriendo. SÍ SE PUEDE.









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