Confieso
que ver a unos Técnicos de Hacienda recomendar -sin que se les mueva un pelo-
que hay que plantearse legalizar la prostitución y las ‘drogas blandas’, para
sanear las cuentas públicas, me causa bastante asco.
Más
allá del debate sobre si la prostitución bebe ser legalizada o no, debate en el
que tengo muy clara mi postura contraria a cualquier tipo de explotación, compra-venta
y violencia, o forma de apropiación del cuerpo de cualquier ser humano por otro,
esgrimir ese argumento de exclusivo afán recaudatorio para legalizar una
actividad que causa el secuestro, muerte y explotación de miles de niñas y mujeres en
todas partes del mundo, es sencillamente deplorable.
Ante la
falta de voluntad de perseguir las grandes fortunas exiliadas en paraísos
fiscales y combatir el fraude fiscal, el expolio por parte de políticos corruptos y en estado de descomposición, que han
permitido que empresarios sin escrúpulos le chupen la sangre a los
contribuyentes, anémicos ya, después de tantas comisiones por adjudicación de
obras, contratos con la administración pública inflados a costa de hospitales
con plantas cerradas, profesionales de la salud en el paro y escuelas públicas depauperadas, carreteras inútiles,
aeropuertos sin aviones, estaciones de AVE sin viajeros, sobres con dinero ‘B’, Jaguares y Mini Coopers regalados a políticos a costa de los contribuyentes, bolsos de
Louis Vuitton, viajes a Disney, y maleteros llenos de billetes de 500€ rumbo a Andorra y un etcétera infinito.., se opta por sugerir que
se legalice la prostitución y que se multipliquen los clubes donde millares de
niñas y de mujeres sufren abusos sexuales, humillaciones y vejaciones para
sanear la Hacienda Pública…
Y todo
vale, porque “Hacienda somos todos… todos los ciudadanos pringados, currantes, trabajadores,
cuyas nóminas mileuristas sufren el saqueo del fisco, los fontaneros que ponen
un grifo sin factura y son considerados delincuentes…
Hacienda
son las posibles víctimas de trata de mujeres para explotación sexual y los futuros
drogadictos… pero Hacienda no son los afortunados ciudadanos y familias que
llevan su dinero a Suiza o a otros paraísos fiscales, donde crecen y crecen al
margen de los servicios públicos… Esos ciudadanos y familias no son Hacienda…
son ciudadanos VIP, a quienes se les consienten tales comportamientos…
Lo de
legalizar las drogas blandas es menos oprobioso, pero igualmente vergonzante
que el motivo de tanta condescendencia con las drogas sea recaudar, recauda y
recaudar…
Ya que
estamos dispuestos a incluir en el PIB, drogas y prostitución, no me extrañaría
que en breve estuviéramos dispuestos a consentir la esclavitud, siempre que los
esclavos lo consientan por escrito, y que veamos campos de cultivo llenos de
seres humanos desafortunados, que estén dispuestos a ser esclavizados por un plato
de comida y que todo ese trabajo esclavo se contabilice en el PIB.
¿Será
que la indignidad es infinita como el universo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantaría que dejaras algún comentario sobre las entradas de este blog.