jueves, 7 de marzo de 2013

¿POR QUÉ LLORAN A CHÁVEZ? Algunas pistas para tertulianos turulatos.



Probablemente la alegría que exhiben los detractores del chavismo celebrando la muerte del comandante Hugo Chávez Frías se transformará en llanto y crujir de dientes cuando comprueben que Chávez era más vulnerable vivo que muerto. En un continente que todavía no está completamente secularizado, que sacraliza a sus héroes y canoniza siguiendo su libre albedrío a sus próceres, estás a veces mucho más vivo cuando mueres. Y si confrontarse con el mundo de los espíritus y los muertos es complicado ya de por sí, lo es más en la arena política, porque los muertos no pierden elecciones. Para quienes desearon su muerte y fantaseaban con atentar contra Chávez, ahora todo es más complicado, porque ninguna bala puede atravesar a los espíritus y ni ninguna amenaza es efectiva contra un difunto.

Entender qué ocurre cuando un pueblo llora a su presidente como se llora a un ser querido  y comprender qué rara  devoción llevaba a millones de venezolanos a rezar por la vida de su comandante en improvisados altares sincréticos en las calles y en las casas es difícil desde un continente como este, donde a los políticos se les denigra en vida, se les olvida 24 horas después que dejan el gobierno,  se les desea la muerte en casos extremos, o se ruega a Dios para que se los lleve lo suficientemente lejos como para que las hojas no les toquen el cuerpo cuando caigan… como dice la canción de Silvio Rodríguez.

Si a los europeos les parece exagerado que Venezuela llore a Chávez, a esos venezolanos que lloran –que no son todos tampoco-,  les debe parecer igualmente incomprensible que millones de proletarios españoles, portugueses y griegos desconozcan a quienes les gobiernan desde un lugar llamado “Bruselas”, y que hayan votado a quienes permiten que les desahucien, a quienes revocan todos los derechos que adquirieron, y que financien con su miseria el sueldo de políticos que hasta se quejan de que vivan tanto, porque es demasiado caro proveerles de una pensión de jubilación. Les debe parecer exagerado a quienes lloran, que tengamos 700.000 viviendas vacías en España, y cruel, que muchas familias vivan a la intemperie con esas puertas cerradas a cal y canto,  y que los más desesperados se lancen por las ventanas de sus casas antes que enfrentar una vida sin hogar y sin dignidad. Todo esto a esos que lloran les debe parecer verdaderamente inexplicable…

Esos que lloran a Chávez tienen hoy la posibilidad de leer, porque los que estuvieron antes les preferían analfabetos, tienen derecho a la sanidad, porque quienes estuvieron antes les mantenían en un estado de pobreza sanitaria histórica y crónica, tienen hoy viviendas sociales dignas y pueden mandar a sus hijos a la escuela… Esos que lloran ahora pueden soñar… porque antes vivían en una pesadilla, y creen que Chávez fue ese hombre imperfecto que cambió sus vidas para bien y les dio la dignidad que los que estuvieron antes, le negaron. La mayoría de esos que lloran son, sencillamente pobres… pobres que ya estuvieron muertos, que conocieron la muerte  en vida, la muerte simbólica, que es, la negación de la vida y la privación de la dignidad humana.

Esos que lloran a Chávez saben que Chávez no morirá y lo que menos les preocupa es que desde aquí se les mire con condescendencia, como víctimas del populismo o del chavismo y que tertulianos que no saben si mañana mismo serán despedidos de sus medios sin finiquito diferido y simulado, pasando a formar parte de ese ejército pacífico y desarmado de 6 millones de desempleados, no comprendan por qué lloran, les critiquen y les llamen "exagerados"…

Muy pronto una imagen artística que evocará el rostro de Chávez venderá tantas camisetas como la de otro comandante, el Che Guevara, que tampoco ha muerto… y no me resultaría sorprendente que muy pronto Chávez –liberado del cuerpo e inmune a las críticas y ataques de sus adversarios-, comience a realizar milagros en los campos y ciudades de Venezuela y que se le aparezca a los pobres y menesterosos a los que dedicó su vida…

Lo que sí podría parecerme muy raro, rarísimo,  es que el próximo Papa admita estos milagros latinoamericanos y le canonice...

7 comentarios:

  1. Querida Aida has estado hoy más antropólógica que nunca. Empecé a entender ese matiz cuando nos explicaste ese punto de adoración a los líderes políticos que existe en Latinoamérica un día que te comentaba lo pasmado que me quedé al ver todo el paripé que montó CFK en el traslado del cuerpo de Nestor al Mausoleo. Y aunque siempre he procurado apartarme de la adoración a mitos o líderes carismáticos lo entendí perfectamente.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Hola Aida, sinceramente, esto es lo mejor que he leído del legado de Chávez, que son esos millones de personas que hoy tienen oportunidades y como dices, estaban muertos en vida, y comprendo que le lloren, por lo que ha supuesto para sus vidas...Una visión antropológica de la sociedad lationaméricana es desconocida para mi, mi primer contacto con la antropología lo he tenido aquí en Portugal, con el profesor brasileño Donizete Rodrigues, es una rama que me gustaría profundizar. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Juanvi, muchas gracias por tu comentario. Hemos tenido muchas conversaciones interesantes desde que nos conocimos en twitter y yo también he aprendido mucho de ti. La antropología me enseñó que el ser humano no es un ser caótico, errático, y que la búsqueda de sentido ha orientado nuestra evolución, nos ayudó a ponernos en pie, y nos pusimos de pie porque pensamos. La cultura y la historia explican los por qués. La ignorancia es la no-explicación, y muchas veces la falta de entendimiento es la ausencia de conocimiento. En la cultura latinoamericana y en la historia particular de cada nación está la posibilidad de hacer inteligible lo que puede parecer extraño o incomprensible a simple vista.
    Es un honor tener lectores como tú y un privilegio tenerte como amigo.

    ResponderEliminar
  4. Hola Esteban, espero que tu encuentro con la antropología sea el comienzo de una relación fructífera, apasionante y que te de tantas satisfacciones como me ha dado a mi. Me alegra saber que lo que escribí te interesó y te ayudó a comprender mejor lo que está pasando hoy en Venezuela. Tu comentario es un incentivo para seguir escribiendo y compartiendo mi perspectiva antropológica sobre la realidad. Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Aída mejor explicado imposible, da gusto leerte. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Javier. Es un honor y un placer tener lectores como tú. Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Toda la razon querida, chavez dejo la semilla en cada uno de sus seguidores, ya despertaron y jamas volveran a dormir en la misma quietud pasada, muy buen blog, :)

    ResponderEliminar

Me encantaría que dejaras algún comentario sobre las entradas de este blog.