Paradójicamente,
lo que terroristas y mafiosos no consiguieron lo consiguió ayer el Tribunal
Superior de Justicia: eliminar a Garzón de la carrera judicial. Es cierto que no
es una eliminación física, pero sí es una eliminación moral, y si cabe, la más
oprobiosa para un juez. El mensaje es muy claro: cuidado con investigar a los empresarios
y políticos corruptos, porque puedes acabar en la cárcel.
Bastaba
apenas mirar en cada escena del juicio las caras displicentes del tribunal que
ya se vaticinaba el veredicto; a Garzón le permitieron defenderse, pero ya lo
habían condenado, entonces el juicio fue una “farsa”, una “pieza jurídica” para
escenificar ante el escenario nacional e internacional que –al menos-, te
permiten defenderte. Eso de pensar que los jueces son imparciales totalmente y
que no tienen pasiones, filias y fobias es una falacia, si bien es cierto que un
buen juez debe neutralizarlas lo máximo posible. Pero este tribunal detestaba al
acusado y los ojos son el espejo del alma. Busquen alguna foto o vídeo del juicio y miren a los ojos de los componentes de tan encumbrado tribunal: espejarán muchas dudas. Garzón era un juez muy odiado dentro
de su gremio, tanto como amado -muy especialmente- fuera de España.
El juicio
contra Garzón también ha permitido ver que la democracia no restañó las heridas
entre “Las dos Españas”, que siguen muy abiertas. Otra dolorosa evidencia…
Y le
han cobrado de golpe el precio de haber sido un “juez estrella”, haber innovado
dentro de una carrera donde la mayoría de los jueces son conservadores y prefieren
que todo siga igual. Cabe mencionar que Garzón consigue esta fama por haber
tenido la inteligencia, lucidez y habilidad de ordenar la detención de
Pinochet, por haber perseguido crímenes de estado y también por haber colocado
en la cárcel a centenares de etarras: esta hoja de servicio era “imperdonable”
para la curia judicial.
Pero Garzón
fue más allá: se atrevió a instruir un
caso de corrupción que implicaba a políticos de derecha y esto ya colmó la
paciencia de los jueces conservadores. El rencor y el desprecio al juez Garzón supuran entre las líneas de la sentencia vergonzosa. En mi opinión, la sentencia es -además-, escarnecedora.
Implicados en la trama Gürtel |
Y es que España es así… mejor un juez condenado que un corrupto juzgado.
En este enlace pueden escuchar las jubilosas declaraciones de Aguirre, la Sarah Palin española: http://www.elpais.com/audios/espana/Esperanza/Aguirre/condena/Garzon/triunfo/Estado/Derecho/elpaudnac/20120209csrcsrnac_14/Aes/
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