miércoles, 22 de febrero de 2012

DOS APUNTES SOBRE LA #PRIMAVERAVALENCIANA


Las imágenes de la brutal carga policial contra los estudiantes del Instituto Lluis Vives de Valencia ha espantado a la ciudadanía que ha visto, estupefacta, cómo jóvenes y niños eran brutalmente aporreados, golpeados y maltratados frente a sus padres, frente a las cámaras y a plena luz del día, por atreverse a protestar y denunciar los efectos que los recortes están teniendo en la educación pública y concretamente en su instituto.
Ante la bestialidad de la carga policial y las detenciones, algunos transeúntes increparon a la policía y recibieron su correspondiente carga de porrazos, patadas y golpes. ¿Por qué esta reacción tan irracional de los cuerpos policiales? ¿Por qué tanta violencia?

Quiero hacer dos breves apuntes al respecto:

En primer lugar, en una sociedad como la española, orgullosa de su “democracia modélica”, las instancias oficiales llevan años encargándose de presentar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado como entes humanitarios, no violentos, que tienen como misión “proteger a los ciudadanos”. Nos vendieron la imagen de un ejército que no mata, y cuya función es hacer puentes y escuelas en Afganistán, hacer hospitales para los niños enfermos. Nos vendieron la imagen se una policía que está al servicio de los ciudadanos, y se les olvidó contarnos que lo que caracteriza el estado es –fundamentalmente-, el monopolio de la violencia legítima, y que en el ejercicio legítimo de ese poder, mata, reprime y puede masacrar a los ciudadanos también. Lo hemos visto, en “otros” países, y creíamos que en nuestra democracia eso era imposible. Pero ahí están las imágenes que prueban lo contrario.

Si en una sociedad democrática, donde hay derecho y libertad de informar y las cámaras de los periodistas y los teléfonos móviles pueden registrar las agresiones estos agentes no tuvieron reparo alguno en arremeter contra niños y jóvenes desarmados, actuando con la extrema violencia que hemos visto, pueden ustedes imaginar qué no serían capaces de hacer contra “otros” ciudadanos en el momento mismo en que reciban la orden. Las declaraciones del jefe superior de Policía de la Comunidad Valenciana, Antonio Moreno,  refiriéndose a los estudiantes como “enemigos” es el sello que acuña la auténtica cara de los cuerpos policiales en su función represora y represiva. Fueron declaraciones tan abominables que huelga comentarlas, pero llamar “enemigos” a estos manifestantes y “proporcionada” la fuerza atroz utilizada por los antidisturbios es, sencillamente, inmoral.



Segundo apunte: las democracias occidentales y en particular al española, que tanto celebró la “primavera árabe egipcia y tunecina” y que desplazó hasta allí a decenas de periodistas para vivir en directo la emoción de ver a los “pueblos oprimidos” buscando la libertad y la democracia, no soporta que unos estudiantes sueñen con una “PrimaveraValenciana” donde los Institutos tengan calefacción, los profesores un salario justo, y las escuelas dispongan de los recursos necesarios para dar una educación pública de calidad. La superioridad moral con que España se mira a sí misma, el “narcisismo democrático” no permite pensar la posibilidad de una democracia que ya está dando demasiados signos de agotamiento y decadencia y que requiere ser examinada en sus principios y en su praxis.

Los gobiernos occidentales no están para “primaveras”, requieren de los ciudadanos una aceptación sumisa, resignada y obediente de los mandatos políticos, de los recortes que exigen los mercados. Ya no hay nada a lo que podamos aspirar, porque “ya tenemos democracia”.

La actuación valiente de estos jóvenes constituye un signo de esperanza e ilumina un futuro que se presenta gris.

1 comentario:

  1. El respeto por los valores democráticos no es una de las virtudes de la mayor parte de los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como les gusta decir ahora a los políticos. Tienes razón cuando dices que nos venden a unos militares, policías y guadia civiles que parecen poco menos que mienbros de una ONG de atención a la infancia y ahora han dado la cara. Ya los vimos en Madrid con el 15M, cuando las famosas Jornadas de la Juventud este verano y también los vemos en sus actuaciones diarias en los controles aleatorios de tintes racistas en las estaciones de metro, identifacando de forma "aleatoria" solo a los que ellos les ven cara de extranjero. Por cierto nunca los he visto en Santa Ana identificando Colombianos, Mejicanos o Argentinos, claro, esos tienen dinero y vienen a gastar, los otros a ganarlo para comer.

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