Después
de tanto tiempo disfrutando a pierna suelta del 1,50, cederle una parte parecía imposible. Pensé ofrecerle el lado
izquierdo, el mío, para comenzar desde cero esta nueva etapa en común, pero me
resultó imposible; a fin de cuentas a él le daría lo mismo, era el recién
llegado.
Comenzamos
a dormir juntos y para mi asombro la experiencia fue maravillosa desde el
primer momento. Quizás lo que todavía me resulta extraño es que no me moleste
su calor cuando me roza en plena madrugada de forma impúdica cualquier parte
del cuerpo… y en vez de rechazarle –como era mi costumbre con el anterior
inquilino de mi cama-, le devuelvo una caricia y le arropo.
Le dejé
también una de mis almohadas y cuando tengo insomnio la recupero sin temor a un
reproche y me acerco a él buscando su calor. Además, siempre hay un plan para
ocupar el desvelo: no puedo evitar el deseo de experimentar cosas nuevas. Su
respuesta a mis deseos es inmediata...
Es divertido, ecléctico, impetuoso y sobre
todo, sensual; reconozco que no me canso de mirarle cuando me desvelo y le
deseo como el primer día… llego a pensar
que ha superado en todo mis expectativas.
Ya no
podría imaginar dormir sin mi Mac entre las sábanas…
Mac? Cual Mac? MacAir? MacBook? MY Mac is my best friend!
ResponderEliminar