Hoy debe haber sido un día muy triste para millones de votantes
socialistas que se sienten defraudados por la re-solución del Comité Federal;
hasta el tiempo les ha acompañado en el sentimiento, ya que el día ha sido
gris. Para apoyar con una abstención la investidura de Rajoy hay que tener unas
tragaderas muy grandes, porque tiene que caberte toda la Gürtell, la Púnica, aquel
“Luis, sé fuerte”, y todos los escándalos de corrupción del PP que sería insufrible
mencionar aquí. Por lo visto, hay 139 dirigentes socialistas cuyas tragaderas han dado mucho de sí.
Lo más grave desde mi perspectiva es lo siguiente: LOS QUE
SOSTIENEN QUE ABSTENERSE ES LA ÚNICA SALIDA, MIENTEN. Sí había alternativa a
esta abstención oprobiosa.
Les dejo aquí una lista de tres, pero no son las únicas:
1.
Respetar a la militancia y cumplir lo que estaba
en el programa electoral del PSOE, y que ningún momento incluía un apoyo por
pasiva ni por activa a Rajoy.
2.
Presentarse a unas terceras elecciones y ganar;
conquistar al electorado progresista, luchar cada voto, dejarse la piel para convencer,
en vez de asegurarse 85 escaños.
3.
Buscar una alianza con fuerzas progresistas como
alternativa al gobierno de Rajoy, lo cual hubiera incluido dejar de satanizar a
Podemos y culparle de todos los males del PSOE; como dijo Borrell muy claro: “nuestros
hijos están en Podemos”.
Esta claudicación es, ante todo,
el corolario de una cobardía manifiesta.
Admitir que si se presentaban a
unas terceras elecciones perderían más votos es la muestra fehaciente de la
negligencia política, que admite que las encuestas son la realidad. No es por
España, ni es por el país. Si hubierais tenido el coraje de salir a recuperar los
votantes que habéis perdido hubierais podido darle la vuelta a las encuestas,
pero no tenéis agallas para ello, ¿Verdad?, ni mucho menos tenéis ganas de
poner el orto fuera del escaño si no conseguíais darle la vuelta a las encuestas.
El fatalismo socialista consistió en esto: dar por seguro que mientras más se presente,
más votos perderán; eso indica que el PSOE hoy por hoy no tiene nada que
ofrecer, salvo salvar los muebles del solar socialista, o sea los 85 escaños.
¿Os habéis vendido por 5 escaños
menos, por 10 escaños menos? De verdad, ¿Consideráis más grave perder unos
pocos (o muchos) escaños en unas terceras elecciones que perder de por vida la
confianza de cientos de miles de votantes que confiaron en la palabra que les
disteis y que jamás volverán a coger vuestra papeleta vista la traición?
La democracia le sienta muy mal
al PSOE… aquello de “un militante, un voto” le da urticaria a muchos
socialistas del cortijo andaluz, cuya baronesa lideró el linchamiento político
de Pedro Sánchez, que no pudo llegar al río, ni cruzar el puente, ni nadar. Murió
en la orilla.
El otro día un súbdito de la
baronesa dijo que a él no le daba urticaria la palabra "abstención”. Estoy de acuerdo. ¡Lo que debería darle la palabra "abstención", referida a darle el gobierno a Mariano Rajoy no debería ser urticaria, sino vergüenza!
Queda claro que la única línea
roja que le pusieron a Pedro Sánchez era pactar con Podemos.
Decía Fernández, el presidente de
la Gestor(í)a que “el PSOE aún conservaba el solar”; yo creo que ya está tardando
en ponerlo a la venta.
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